Amigo mio... amante y confidente, todo lo mío lo comparto contigo desde que se me dio tenerte y sentir tu latir en mi pecho. Tu eres que tiembla a mis tristezas y brinca a mis alegrias. Ya lo se... me olvide de inventar horizontes nuevos y derrotar el dolor. Perdóname que te estoy matando... Quiero volver a reír y arroparte con ilusiones y sueños sin embargo todo es apesadumbrado a mi alrededor y no se como conseguíre alimentar tu energía con cosas bellas cuando mis alas son rotas y sangrientas. No puedo reemplazar el dolor con un verso o una hoja llena de pensamientos. No puedo a pesar de que no me rindo y sigo luchando contigo en mi pecho en busca de aquellos amaneceres inocentes. Hecho de menos tu fuerza y la inquietud con la que temblabas mi esencia y yo me escapaba del mundo para entrar en mi mente y hablarte a ti de todos aquellos miedos que siempre al final lo superaba. Es difícil... tu fuerza disminuye por mi culpa... lo se. No me ocurre otra cosa de que decirte que luchare sobrevivir hasta tu ultimo latir... te lo prometo. Amigo mio... amante y confidente, tú mi corazón que me enseñaste a levantarme de mis caídas y seguir andando. Tu me enseñaste seguir después de mil desengaños pero siempre... siempre apostar por ti.
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